Nicolás Copérnico.
Fue astrónomo polaco, creador del sistema heliocéntrico del
mundo.[1] Fue
autor de una serie de tesis que ayudaron al estudio y entendimiento de la Tierra, el Sol y la cosmología en general. En la historia de la ciencia, la doctrina de Copérnico constituyó un acto
revolucionario con el que la investigación de la naturaleza se declaró
independiente. De ahí arranca la liberación de la ciencia respecto a la teología. La obra fundamental de Copérnico es «Las
revoluciones de las esferas celestes» (1543).
– Desarrollar
la teoría heliocéntrica: descubrió que la Tierra giraba alrededor
del Sol y no al revés, como en su época se creía.
– Descubrir
que la Tierra rotaba completamente sobre sí misma cada 24 horas.
– Demostrar
que la Tierra daba una vuelta completa al Sol en ciclos de un año.
– Desarrollar
la teoría heliocéntrica: descubrió que la Tierra giraba alrededor
del Sol y no al revés, como en su época se creía.
– Descubrir
que la Tierra rotaba completamente sobre sí misma cada 24 horas.
Síntesis biográfica
Nace el 19 de febrero de 1473 en Thorn, un
pequeño puerto polaco sobre el río Vístula, cerca del mar Báltico.
Su nombre era Mikolaj Kopernik, que él latinizó como Nicolaus Copernicus.
Cuando tenía diez años, su padre de profesión comerciante falleció y su
educación quedó a cargo de su tío materno, un importante obispo de Polonia.
Guiado por su tío, recibió una esmerada formación en importantes
universidades. En 1491 ingresó
en la Universidad de
Cracovia. Allí Alberto Brudzewski,
afamado matemático y astrónomo, despertó en el joven Nicolás el gusto por estas
ciencias. Si bien por consejo de su tío se licenció en medicina,
adquirió en Cracovia una sólida formación matemática y descubrió las
contradicciones del modelo astronómico ptolemaico. Probablemente haya aprendido
también allí el conocimiento del arte de la observación de las estrellas.
Abandonó Cracovia en 1795 e
ingresó en la célebre Universidad de Bolonia, Italia,
para estudiar Derecho Canónico.
Allí permaneció hasta el año 1500, cultivando, junto al Derecho,
su pasión por la astronomía con el profesor Domenico María
Novara, crítico de la geografía de Claudio Ptolomeo,
en cuya casa se alojaba. En Bolonia Copérnico aprendió griego,
lo que le permitiría luego leer los textos originales sobre astronomía en esa
lengua.
El 9 de marzo de 1497 realizó
una observación que le permitió concluir que la distancia de la Luna a
la Tierra no
varía en los cuartos y en la fase llena. Esto contradecía lo previsto por
Ptolomeo y mostraba el camino de su superación: la asociación del razonamiento
y observación. En 1500 se
doctoró en astronomía en Roma y
fue nombrado allí profesor de la Universidad. Pero sus dudas sobre el modelo de
Ptolomeo, que se enseñaban por entonces a los alumnos, lo llevaron a renunciar
a la cátedra.
Ingresó, por entonces a la famosa escuela de Medicina de la Universidad
de Padua. En esta ciudad profundizó sus conocimientos de la lengua griega y de
la literatura clásica.
Copérnico se encontraba inquieto en la búsqueda de una solución a las anomalías
mostradas por los modelos ptolemaicos, que ponían en crisis el Postulado de
Homogeneidad y Armonía del Cosmos. En 1503 se licenció en derecho canónico en la Universidad
de Ferrara, para luego regresar a Polonia. Habiéndose ordenado sacerdote, vivió
hasta 1510 con
su tío, ejerciendo la medicina y colaborando en la administración de la
diócesis.Durante el año 1509 publica
la traducción en Griego de las cartas de Theophylactus, estudió finanzas y
en 1522 escribió
un memorando sobre reformas monetarias.
El sistema de copernicano
La teoría de Copérnico establecía que la Tierra giraba sobre sí misma
una vez al día, y que una vez al año daba una vuelta
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Nicolás en sus investigaciones
completa alrededor del Sol. Además afirmaba que la Tierra, en su
movimiento rotatorio, se inclinaba sobre su eje como un trompo. Sin embargo,
aún mantenía algunos principios de la antigua cosmología, como la idea de las
esferas dentro de las cuales se encontraban los planetas y la esfera exterior
donde estaban inmóviles las estrellas. Por otra parte, esta teoría
heliocéntrica tenía la ventaja de poder explicar los cambios diarios y anuales
del Sol y las estrellas, así como el aparente movimiento retrógrado de Marte,
Júpiter y Saturno, y la razón por la que Venus y Mercurio nunca se alejaban más
allá de una distancia determinada del Sol.
Esta teoría también sostenía que la esfera exterior de las estrellas
fijas era estacionaria. Una de las aportaciones del sistema de Copérnico era el
nuevo orden de alineación de los planetas según sus periodos de rotación. A
diferencia de la teoría de Tolomeo, Copérnico vio que cuanto mayor era el radio de
la órbita de un planeta, más tiempo tardaba en dar una vuelta completa
alrededor del Sol. Pero en el siglo XVI, la idea de que la Tierra se movía no era fácil de
aceptar y, aunque parte de su teoría fue admitida, la base principal fue
rechazada. Entre 1543 y 1600 Copérnico
contó con muy pocos seguidores. Fue objeto de numerosas críticas, en especial
de la Iglesia, por negar que la Tierra fuera el centro del Universo. La mayoría
de sus seguidores servían a la corte de reyes, príncipes y emperadores. Los más
importantes fueron Galileo Galilei y el astrónomo alemán Johannes Kepler,
que a menudo discutían sobre sus respectivas interpretaciones de la teoría de
Copérnico.
Sentó las bases de la Astronomía Moderna.
El heliocentrismo demoró en imponerse. En el juicio de 1633, Galileo fue
condenado por sostener la tesis copernicana, que quedó prohibida. Sin embargo,
algunos jesuitas la estudiaban y enseñaban en secreto. La teoría recibió un
nuevo impulso con la formulación de la Ley de Gravedad por parte de Isaac
Newton, en el siglo XVII, en
especial en el norte de Europa. Los pensadores católicos del sur de Europa
tardaron un siglo más en reconocer al heliocentrismo su validez. Cabe recordar
que, en el siglo XV, el
propio Marín Lutero había acusado a Copérnico de ser un necio que quería poner
completamente del revés el Arte de la Astronomía.
Síntesis biográfica
El sistema de copernicano
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